Elegir un parasol adecuado requiere tener en cuenta diversos criterios: tamaño, material, color y, sobre todo, la resistencia al viento. Un parasol que no soporta bien las ráfagas puede no solo deteriorarse rápidamente, sino también convertirse en un peligro para quienes se encuentren cerca. Por eso, es esencial entender cómo se comportan las diferentes formas de parasoles frente al viento.

El parasol redondo

Los parasoles redondos son uno de los modelos más comunes en el mercado, apreciados por su diseño clásico. Su forma circular presenta varias ventajas en cuanto a la distribución de las fuerzas del viento. De hecho, la forma redonda permite una distribución uniforme de la tensión ejercida por el viento sobre toda la superficie. Esto significa que la fuerza se distribuye de manera homogénea alrededor del mástil central, lo que puede ayudar a evitar puntos de debilidad localizados y minimizar los riesgos de daños en condiciones de viento moderado.

Sin embargo, la gran superficie circular de los parasoles puede jugar en su contra. Esta forma expone el parasol a presiones importantes procedentes de todas las direcciones cuando hay viento. Esta exposición aumentada puede incrementar el riesgo de vuelco o daños, especialmente en caso de ráfagas fuertes. Para compensar esta vulnerabilidad, es esencial utilizar una base pesada o un sistema de anclaje eficaz. Una base estable y correctamente fijada puede ayudar a mantener el parasol en su lugar y reducir los riesgos asociados a los vientos fuertes.

El parasol cuadrado

Los parasoles cuadrados son apreciados por su estética moderna y su capacidad para ofrecer una gran superficie de sombra. Su forma angular presenta ventajas en términos de uso del espacio, pero también plantea desafíos en cuanto a la resistencia al viento. Las esquinas del parasol cuadrado pueden captar el viento de manera más intensa que los lados planos, creando puntos de presión elevados. Estas esquinas pueden convertirse en zonas vulnerables, aumentando el riesgo de vuelco o daños cuando el viento sopla directamente sobre ellas, y las varillas pueden perforar la tela en las esquinas.

Para mejorar la estabilidad de los parasoles cuadrados, es posible utilizar estructuras reforzadas, aunque esto pueda implicar un coste más elevado. Una base pesada es indispensable para contrarrestar los efectos del viento y garantizar que el parasol permanezca en su lugar. Además, la orientación del parasol cuadrado con respecto a la dirección del viento también puede influir en su estabilidad. Posicionar el parasol de manera que sus lados más largos estén perpendiculares al viento dominante puede reducir la superficie expuesta y ayudar a mantenerlo estable.

El parasol rectangular

Los parasoles rectangulares son especialmente adecuados para cubrir grandes mesas o espacios largos y estrechos. Su forma alargada puede ofrecer una mejor resistencia al viento cuando están orientados correctamente. De hecho, cuando se orientan de manera que su longitud sea perpendicular a la dirección del viento dominante, los parasoles rectangulares presentan una superficie de ataque reducida, lo que puede ayudar a gestionar mejor las fuerzas del viento.

Sin embargo, estos parasoles presentan debilidades similares a las de los parasoles cuadrados en cuanto a las esquinas. Las zonas angulares pueden captar el viento de manera más intensa, requiriendo una atención especial durante la fijación y el anclaje. Para asegurar una buena estabilidad, una base sólida es esencial. Los parasoles rectangulares, debido a su forma alargada, pueden también beneficiarse de un anclaje reforzado para evitar cualquier movimiento o vuelco en caso de vientos fuertes. Generalmente son los parasoles más pesados, por lo que necesitan ser más lastrados que los parasoles cuadrados.

El parasol excéntrico

Los parasoles excéntricos se distinguen por su mástil montado a un lado, en lugar de estar centrado en el medio del parasol. Esta configuración permite un uso más eficiente del espacio bajo el parasol, haciéndolo ideal para áreas grandes, como mesas extensas o zonas de entretenimiento al aire libre.

Este diseño ofrece una mayor libertad en la disposición del mobiliario, ya que el mástil no interfiere con el espacio disponible debajo del parasol. Sin embargo, la ubicación del mástil en un lateral puede hacer que el parasol sea más vulnerable al viento, especialmente si la base que lo sostiene no es lo suficientemente robusta o si el anclaje no está bien asegurado.

Para garantizar la estabilidad y durabilidad del parasol excéntrico, es crucial invertir en una base sólida y en una estructura de alta calidad. Un buen diseño de base ayudará a mantener el parasol firme incluso en condiciones de viento, y un anclaje adecuado asegurará que el parasol permanezca en su lugar durante su uso.

El parasol ovalado

Los parasoles ovalados combinan algunas ventajas de las formas redondas y rectangulares, ofreciendo al mismo tiempo una mejor resistencia al viento. Su forma alargada es más aerodinámica, lo que reduce la superficie de ataque directa al viento en comparación con los parasoles redondos. Esto disminuye la presión ejercida sobre el parasol, contribuyendo así a una mejor estabilidad. Los parasoles ovalados ofrecen una amplia cobertura y reducen la exposición a los vientos fuertes, constituyendo un buen compromiso entre funcionalidad y resistencia al viento.

Aunque la forma ovalada sea ventajosa, los parasoles ovalados aún requieren una base adecuada y un anclaje fiable para asegurar su estabilidad. Una base pesada y un sistema de anclaje bien diseñado son esenciales para mantener el parasol en su lugar y evitar desplazamientos o daños causados por las ráfagas de viento.

Conclusión

Elegir la forma de parasol más adecuada para tus necesidades en cuanto a resistencia al viento implica tener en cuenta varios factores. Los parasoles redondos, aunque populares por su distribución uniforme de las fuerzas, pueden presentar una gran superficie de ataque que los hace vulnerables a las ráfagas fuertes. Los parasoles cuadrados y rectangulares, aunque ofrecen una amplia cobertura, suelen ser menos estables debido a sus ángulos, requiriendo un refuerzo y un anclaje sólido. Los parasoles ovalados se destacan por su forma aerodinámica, reduciendo la presión del viento mientras ofrecen una cobertura eficaz. Finalmente, los parasoles laterales, a pesar de su diseño práctico, dependen en gran medida de la calidad de su base y anclaje para asegurar una estabilidad adecuada.

En última instancia, la mejor resistencia al viento no está determinada solo por la forma del parasol, sino también por elementos como los materiales de construcción, la calidad de la base y los sistemas de anclaje. Teniendo en cuenta estos factores, puedes seleccionar un parasol que no solo complemente tu espacio exterior, sino que también resista eficazmente las condiciones ventosas, garantizando así un uso seguro y duradero.

Para cualquier otra consulta sobre la forma a elegir para tu parasol, no dudes en contactarnos: Contact Belveo 

02 agosto 2024 — Briana Ntolla